Cada emprendedor es diferente, precisamente porque cada persona es un mundo. Así, vamos a encontrarnos con tantos rasgos de personalidad en un emprendedor como emprendedores veamos. No obstante, parece que hay determinados aspectos que pueden ser un factor común del éxito. Características o rasgos que no aseguran triunfar, pero que, sin duda, hacen que sea más fácil. Hoy te hablamos de cuáles son los rasgos más importantes en un emprendedor para afrontar el nuevo panorama tras la pandemia.
La eficiencia es una característica bastante interesante para los que quieren emprender. Además, una eficiencia en todos los campos. Por ejemplo, un emprendedor eficiente podrá hacer más con menos. Es decir, podrá sacarle más rendimiento a los recursos con los que comienza. Lo ideal es empezar en un panorama sin falta de recursos, pero ese no es el escenario más habitual. Así, un buen emprendedor debe saber adaptarse a ello.
También hablamos de la eficiencia desde el punto de vista del tiempo. Un emprendedor debe gestionar muy bien su tiempo para poder optimizarlo. Además, esta eficiencia también puede aplicarse en terceras personas, en su propio equipo, sabiendo perfectamente cómo trabajar con estas personas y logrando sacar lo mejor de ellos.
No podemos engañarnos, gestionar un proyecto empresarial desde el inicio cuesta tiempo, esfuerzo y dinero. El compromiso no debe ser a corto plazo, ni mucho menos. El compromiso del emprendedor debe mantenerse en el tiempo, pues son muchos los casos de personas comprometidas al principio que luego, con el paso de los meses, terminan perdiendo fuerza y se encuentran con un proyecto que ha perdido valor.
La persona que está detrás de un proyecto debe tener un compromiso completo y estar dispuesto a asumir las cosas buenas y malas que vienen con él. No hay que tirar la toalla en la primera de cambio.
Como buen emprendedor, debes saber que la improvisación de un plan de empresa es imposible. Es necesario trabajar en un buen estudio de mercado. Es más, un plan de empresa es precisamente la guía que te irá marcando el ritmo de tu negocio. Una planificación básica para poder poner en práctica esa idea que tienes en mente. No obstante, un plan de empresa puede tener partes flexibles. Una vez que pongamos en marcha el proyecto, podemos encontrarnos con cambios bruscos en el mercado y si queremos que nuestro negocio sobreviva, tenemos que improvisar y ser resolutivos. Por tanto, además de basarnos en esa guía, saber improvisar y no quedarse quieto e impasible es clave.
El miedo puede paralizarnos y lo cierto es que tener miedo no es algo que un emprendedor pueda permitirse. El miedo al fracaso, el miedo a la inestabilidad inicial, a los momentos duros. Sí, no tener miedo es complicado, pero en la medida de lo posible hay que intentar afrontar estas situaciones liberándonos de parte de ese miedo.
¿Se puede sentir miedo? Sí, se puede sentir miedo, pero no podemos dejar que ese sentimiento nos frene en cualquiera de las fases de nuestro proyecto. Hay que tener la mente fría y establecer siempre una escala de pros y contras, desde la objetividad, para saber si conviene seguir adelante o no.
Así es. Lo demás son falsos atajos que merman los valores y méritos de otros.
Así es, somos más los profesionales, dispuestos a dar lo mejor de nosotros cada día para que los clientes se sientan respaldados, por profesionales