No podemos negar que vivimos en una época en la que las nuevas tecnologías están por todas partes. Coches que parecen sacados del futuro, con sistemas de navegación o incluso combustible muy diferente al que estábamos acostumbrados a usar. Equipos quirúrgicos que controlan hasta el más mínimo de los detalles, siendo cada vez menos invasivos. Todo ha cambiado, y los avances tecnológicos son los responsables. No obstante, en un escenario así, nos encontramos con la industria de la construcción. Una industria que ha continuado operando como lo ha hecho durante los últimos 50 años y que sigue teniendo una gran dependencia del trabajo manual, la tecnología mecánica y los modelos operativos y comerciales establecidos. Como consecuencia, la productividad en este sector se ha estancado con respecto a otros. Observemos un poco el futuro de la construcción y qué caminos debería seguir para adaptarse a los tiempos.
La tecnología lo cambia todo. Absolutamente todo. Sí, también algunos procesos constructivos. No obstante, en este sector parece que la aparición de esta tecnología es un poco más tímida.
Es difícil saber cómo evolucionarán las cosas, pero lo que está claro es que ya hay herramientas modernas que han variado un poco la forma de diseñar. Tecnologías que incluyen modelados de información de construcción, prefabricación o sensores inalámbricos. Equipos automatizados y robóticos e incluso impresión 3D. ¿Cómo afectará todo esto al mundo de la construcción en las próximas décadas?
Se plantean varios escenarios. Por un lado, podríamos hablar de la construcción de un mundo virtual. Un mundo en el que la inteligencia artificial, los sistemas de software y los equipos de construcción autónomos reemplazan la mayoría del trabajo manual de toda la cadena.
También podríamos enfrentarnos a un futuro en el que las actividades de construcción se trasladan íntegramente a las fábricas, creando así piezas completamente prefabricadas en módulos que luego se ensamblan in situ.
Por último, hay otro escenario bastante interesante, un reinicio verde en el que la industria se centra en tecnologías sostenibles. Nuevos materiales que intenten cumplir a rajatabla las regulaciones ambientales.
Es complicado establecer qué pasará en un futuro en esto de la construcción. Pero teniendo en cuenta los tres escenarios anteriores, si se puede establecer algunos caminos que la industria de la construcción debería tomar:
Se necesitan seminarios y formaciôn asì como una orientación al sector de la construcción y rehabilitación