El Consejo de Ministros ha puesto a disposición nuevas ayudas para paliar los efectos de la crisis económica derivada de la pandemia y que tan duramente ha azotado a las empresas de nuestro país. Un nuevo fondo, como confirmaron fuentes del Ministerio de Economía, que estará repartido en tres paquetes dotados con los 11.000 millones de euros anunciados hace unas semanas por el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
El destino de uno de esos tres fondos de ayudas directas, de cuya gestión y canalización se encargará cada comunidad autónoma, irán a aquellas empresas que se hayan visto afectadas por las actuales restricciones de apertura de espacios comerciales o movilidad entre territorios. Además de esta nueva partida, estarán los 2.000 millones de euros que usarán las autonomías del fondo europeo React EU y las subvenciones que ya estén brindando con su propio presupuesto.
Otro de los planes se dedicará a reestructurar una parte de los 118.000 millones en créditos avalados por el ICO para, de esta manera, reforzar la solvencia de empresas cuyo endeudamiento neto ha aumentado en unos 50.000 millones de euros debido a la situación sanitaria mundial. Esta entidad pública será la encargada de acompañar en los procesos de reestructuración de deuda a las empresas acogidas a estos créditos con aval del Estado.
El tercer y último paquete de ayudas se empleará en recapitalizar, por medio de capital o híbridos, firmas de capacidad mediana a través de la empresa pública Cofides. Esta es la compañía que financia la implantación de empresas españolas en el exterior, además de ser experta en la utilización de préstamos participativos.
En estos meses hemos vivido momentos de enfrentamientos nunca vistos antes entre el sector financiero y el ejecutivo nacional. El motivo era que los primeros consideraban que el planteamiento inicial del gobierno de dictar cómo y a quién se aplicaba una quita (o reducción de un dinero que se debe) iba en contra de la ley porque la titularidad del crédito es del banco.
Ahora y tras un mes de negociación con los responsables de las cinco grandes entidades financieras de nuestro país, el siguiente paso probable es dejar en manos de los bancos cómo estructurar las quitas, aunque establezca un protocolo general si se produce una caída en cascada de empresas.
Un acuerdo que según estas fuentes se ha logrado con el apoyo del Banco de España y de la UE y por el que las entidades no se oponen a realizar quitas, sobre todo en la hostelería y el turismo, ni olvidarse del visto bueno del ICO, que ha avalado los créditos en un 72% de media. Pero, a su juicio, debe ser la banca la que marque los tiempos y los instrumentos para el pago y que no que de eso se encarguen desde Moncloa.
