Internet Explorer, el navegador que logró ser la cumbre de entre todos en el año 2003, está en decadencia desde hace años y se ha llegado a considerar como un navegador obsoleto. En agosto de 2021, Microsoft 365 dejó de mostrar su apoyo y el 15 de junio se anunció el fin de su funcionamiento. Debido a esto, Windows 11 ya no lo incorpora en su sistema, e incluso desaparecerá de Windows 10 con las nuevas versiones.
Es un gran problema para las empresas que lo usan para realizar trámites con la administración pública electrónica, ya que muchas administraciones siguen dependiendo de este navegador y solamente permiten el procedimiento y la descarga de archivos a través de él. Por lo tanto, la administración pública no podrá realizar ciertas gestiones u operaciones.
Sin embargo, aunque Internet Explorer desaparezca, este se podrá seguir usando durante los siguientes 10 años gracias al navegador Edge Enterprise de Microsoft con el “Modo IE”. Este navegador ofrece a las empresas una experiencia más veloz, más segura y modernizada, además de compatibilizar los sitios web y aplicaciones más antiguas sin la necesidad de instalar ningún otro tipo de software.
Asimismo, es recomendable dividir las actualizaciones en distintos equipos de trabajo. Es decir, tener en los dispositivos instalada la última versión de Windows 11, y en algún ordenador tener instalado el navegador Microsoft Edge por si se necesita realizar algún que otro trámite de Internet Explorer.
Además, también es aconsejable tener instalados el sistema de programación de Java, la aplicación AutoFirma, y el software de la FNMT para solicitar el certificado digital desde los principales navegadores y sistemas.