Nadie podía imaginar al comienzo del año 2020 lo que iban a suponer los siguientes meses a nivel mundial. Y es de la noche a la mañana todo se vio truncado con la llegada del virus y la posterior pandemia del coronavirus. Algo que hizo que todo se truncase en unos días y que, en mayor o menor medida, a acabado afectando a todos.
En un plano más puramente empresarial, las empresas tuvieron que adaptarse a una nueva situación a marchas forzadas y seguir adelante en un momento de tanta incertidumbre. Una nueva realidad que también vio como el cliente o consumidor cambiaba sus patrones habituales dirigiéndose sobre todo hacia el mundo online. Es a raíz de esto cuando se han dado a conocer los 4 tipos de clientes en tiempos de pandemia que toda marca debe conocer para ajustar sus estrategias de gestión comercial y marketing
En esta categoría entran aquellas personas comprendidas en una edad que va de los 35 a los 60 años a los que la pandemia les ha provocado un gran impacto en su situación económica, ya que en muchos casos han perdido su trabajo. Esto se une a esa preocupación por perder su fuente de ingresos o la idea de la incertidumbre para reincorporarse al mercado laboral. En términos de compra, esas personas miran mucho sus gastos y solo se limitan a los que es imprescindible. Nada de caprichos.
De cara a ellos, las empresas deben amoldarse para ofrecer productos y servicios más básicos y a un precio más económico. En otras palabras, artículos donde se unan los conceptos de calidad y precio.
Las PYMES y los autónomos tienen en el consumidor emocional a su verdadera tabla de salvación ante la crisis actual ya que este es un tipo de cliente que seguirá con sus rutinas de antes, además de despertar en él un conciencia por apoyar sobre todo al pequeño comercio del barrio.
Pesimismo. Es lo que define a una categoría en la que el consumidor se caracteriza por ser previsor ante la idea de que esta pandemia, y sus problemas asociados, durara bastante tiempo. Esa idea negativa hace que este cliente opte por productos que sirvan para facilitarle la vida en el caso de que tenga que confinarse de nuevo en su hogar.
Se trata, por tanto, de un colectivo que sigue teniendo los mismos ingresos que antes de la pandemia ya que no ha perdido su trabajo, pero que no hace mucho gasto fuera de casa. Es por ello que las empresas deben hacer todo lo posible que su estancia en su hogar sea lo más cómoda y confortable posible.
El último perfil de cliente suele abarcar a los menores de 35 años que son partidarios de mirar hacia un futuro sin pandemia ni coronavirus. Esto les lleva a comprar, de manera compulsiva en algunos casos, objetos o productos que realmente no necesita en su día a día. ¿Cuál sería la mejor estrategia empresarial en este caso? Tratar de convencer a ese cliente que debe comprarse lo que esa marca le vende (por ejemplo, un televisión mejor o un coche mejor) ya que se lo merece por el año aciago que ha vivido. Se busca su satisfacción hedonista más que otras cosa.
