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Ocho pilares para transformar edificios en escudos protectores contra la pandemia

11 agosto, 2020
redacción

Hoy sabemos que existe un mayor riesgo de contagio del covid-19 en los espacios cerrados y que el aire acondicionado puede incrementar el riesgo de propagación. La arquitectura saludable nos permite mejorar la calidad del aire interior, y con ello, la salud y el bienestar de las personas a través de los espacios.

Ocho pilares para transformar edificios en escudos protectores contra la pandemia
Lobby Hotel Puerta América obra de Gälow, Arquitectura Saludable, proyecto de Rita Gasalla

Desde hace varios meses algunos arquitectos advertimos que la transmisión del Covid-19 podía tener lugar a través del aire, y no fue hasta comienzos de julio de este año, cuando la Organización Mundial de la Salud reconoció el peligro que esto representaba, después de que más de 200 científicos de 39 países publicaran una carta respaldada por diversas investigaciones, señalando la urgente necesidad de tomar medidas para evitar la propagación del patógeno en espacios cerrados, en los que valga recordar, ya pasábamos de promedio más del 90% de nuestra vida antes de la pandemia. 

Para imaginar el recorrido del virus en aerosol por el aire en los espacios cerrados no hay más que recordar lo que ocurriría con el humo del tabaco en las oficinas, aulas y restaurantes donde antes sí estaba permitido fumar. El Sars Cov 2 se dispersa por el aire de una manera similar al humo en todo tipo de lugares de pública concurrencia con sistemas de climatización.

Los aires acondicionados – ahora tan necesarios en verano- pueden facilitar el contagio del virus por las corrientes de aire aleatorias que generan. A esto se suma que en muchos casos el aporte de aire exterior por conductos de ventilación es a veces escaso o incluso inexistente. 

Ocho pilares para transformar edificios en escudos protectores contra la pandemia
Hotel Presidente Ibiza, proyecto de Rita Gasalla

Las medidas que todos conocemos de distanciamiento social, higiene, test colectivos y el uso de mascarillas, son útiles en general, pero insuficientes para resolver el problema de los ambientes interiores. ¿Qué podemos hacer al respecto? La arquitectura saludable ofrece un abordaje científico y muy práctico para que podamos volver a respirar tranquilos en lugares cerrados. Proponemos 8 pilares para que los edificios se transformen en un escudo protector contra las pandemias:

  1. Garantizar una buena ventilación es clave. Debemos asegurarnos de que el flujo de aire del exterior sea el máximo que podamos obtener a través de los conductos de ventilación o mediante la generación de corrientes abriendo puertas y ventanas.
  1. En línea con lo anterior, hay que aumentar la tasa de renovación de aire por persona. Esto lo podemos conseguir bajando la ocupación de los espacios o aumentando el caudal. Sería aconsejable aumentar los caudales de aire por persona que marca la normativa según los usos (IDA). Por ejemplo, exigir en las oficinas la tasa de renovación de los hospitales, así cada persona dispondría de 1.6 veces más aire proveniente del exterior.
  1. Arrancar los sistemas de ventilación de los edificios dos horas antes de que empiecen a utilizarse sus espacios y apagarlos dos horas después de que se vaya el último usuario, para mejorar la calidad del aire, y en los cuartos de baño debemos mantener los sistemas de extracción de aire funcionando ininterrumpidamente toda la semana. 
  1. Evitar respirar el aire viciado recirculado que proviene del interior. La normativa, por criterios de eficiencia energética, obliga a recircular el aire calentado o enfriado del interior. En este momento, es aconsejable que la prioridad sea la salud. 
  1. Es esencial comprobar el estado de los filtros de los sistemas de climatización de aire y exigir que estén limpios y cumplan la normativa, dado que pueden retener en ellos una parte de los patógenos. El virus al que nos estamos enfrentando mide de promedio 0.1 micra, y, aunque solo los filtros superiores a HEPA retendrían partículas de ese tamaño, lo habitual es que el virus use como vehículo partículas mayores, por lo que esa seguridad añadida es de vital importancia. 
  1. Utilizar purificadores es fundamental. Son la única solución que inactiva los virus en el aire y en superficies simultáneamente, consiguiendo un espacio interior libre de patógenos (virus, bacterias, mohos y hongos) y de contaminantes. Estas tecnologías innovadoras han sido apoyadas, entre otros, por el IDAE.
  1. Resaltar, que todos los sistemas de climatización y muchos de los sistemas de purificación que se encuentran en el mercado, tienen una limitación importante: actúan exclusivamente sobre el aire que pasa a través de ellos. No purifican ni depuran el aire en su totalidad, ni tampoco las superficies de contacto. Debemos asegurarnos de que los purificadores que elijamos actúen en todo el aire, las superficies e incluso los rincones aparentemente inaccesibles. Para que sean realmente eficientes, tienen que estar operativos mientras las personas usan los espacios, realizando la desinfección en tiempo real. Por eso, otra condición exigible a un purificador es que sea completamente inocuo.
  1. Una monitorización continua de los parámetros físicos y químicos nos ayuda a saber cuál es la calidad del aire que respiramos. Sólo sabiendo que hay un problema, podremos tomar las medidas correctivas para remediarlo. Valga como dato un estudio realizado por la Universidad de Harvard, que revela que un incremento de tan solo un microgramo por metro cúbico de PM2.5 se puede asociar con un incremento de 15% en la tasa de mortalidad por la COVID-19 (3).
Ocho pilares para transformar edificios en escudos protectores contra la pandemia
Sede jazz pharmaceuticals, obra de Gälow, Arquitectura Saludable, proyecto de Rita Gasalla. Espacio con purificadores de aire y monitorizado.

Ante el escenario de incertidumbre que nos ha planteado el Sars Cov 2, la prevención y el uso de la ciencia y la tecnología son decisiones estratégicas. Ahora sabemos en qué tenemos que enfocarnos: es primordial cortar la vía de contagio a través del aire y las superficies en los espacios interiores, la Arquitectura Saludable plantea las fórmulas para lograrlo. Podemos evitar que los edificios sean focos de contagio y actuar al respecto no solo es humano, es estratégico.

Ocho pilares para transformar edificios en escudos protectores contra la pandemia

Rita Gasalla es CEO de Gälow desde el año 2000, firma enfocada en el transformador concepto de la arquitectura saludable.

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