Cualquier empresa, ya sea una modesta PYME o de gran envergadura, debe realizar trámites administrativos durante el año. Lo cierto es que esos trámites pueden ser bastante molestos para muchos, pues requieren tiempo extra. Hablamos de trámites de cara a la Agencia Tributaria, a la Seguridad Social o incluso al Registro Mercantil. Trámites que requieren nuestra presencia y tiempo y que pueden mantenernos ocupados más tiempo del que nos gustaría. Afortunadamente todo avanza. Las cuestiones administrativas también. Ahora es posible realizar todos estos trámites de forma online, cómodamente y desde cualquier lugar. ¿El único requisito? Contar con un certificado digital. Os hablamos un poco sobre qué son los certificados digitales, qué podemos hacer con ellos, qué clases de certificados hay y cómo conseguirlos.
Para que entendamos de qué hablamos, podemos decir que un certificado digital es un documento digital en el que se encuentran todos los datos identificativos de nuestra empresa completamente autentificados por un organismo oficial. Este certificado, por tanto, confirmará nuestra identidad y podremos usarlo en Internet para hacer ciertos trámites que de otra forma tendríamos que hacer de manera presencial.
Los usos que se pueden hacer de este certificado digital son muchos. Sin entrar en el tipo de certificado y el órgano al que nos dirijamos, podemos decir que, en líneas generales, estos certificados digitales nos ayudan a agilizar y abaratar las gestiones con la Administración Pública.
De alguna forma, al realizar los trámites de manera online, también estamos aumentando la productividad y competitividad de nuestra empresa, al mismo tiempo que simplificamos y automatizamos la gestión documental.
Es un herramienta que también nos ayuda a cuidar del medio ambiente, pues favorece la eliminación de los documentos impresos. Asimismo, con este tipo de certificados vamos a evitarnos los errores que se pueden cometer en los procedimientos manuales.
¿Hay varias clases de certificados digitales? Lo cierto es que sí. Hay que señalar que estos certificados son emitidos por la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre a través de CERES (Certificación Española) de acuerdo con los preceptos del Reglamento (UE) Nº910/2014, del Parlamento Europeo y del Consejo, de 23 de julio de 2014, así como a la Ley de Firma Electrónica 59/2003. Teniendo en cuenta esto, podemos hablar de tres tipos diferentes de certificados digitales.
Por un lado está el de representante de administración único o solidario. Este certificado está destinado a las sociedades anónimas o limitadas que dispongan únicamente de un administrador. También sirve para aquellos casos en los que hay varios administradores pero sólo uno es solidario y no necesita aprobación del resto para poder realizar determinadas operaciones.
También nos encontramos con el certificado de representante para persona jurídica. Este se otorga a las personas físicas que sean representantes de entidades que deben realizar diferentes trámites con la Administración. Nos encontramos con entidades anónimas, limitadas, colectivas, comanditarias y cooperativas o asociaciones.
Por último, está el certificado digital de las entidades sin personalidad jurídica. Este certificado se otorga a personas físicas representantes de entidades sin personalidad jurídica en el ámbito tributario. Es el caso de comunidades de bienes, comunidades de propietarios o la unión temporal de empresas.
Podemos informarnos sobre la solicitud del certificado electrónico a través de este enlace. No obstante, podemos destacar que podrá ser solicitado por cualquier persona mayor de edad siempre que tengamos un ordenador para poder descargarnos el archivo, a través de un dispositivo Android o por medio del DNI electrónico.