El Estado financiará hasta el 100% de las obras de mejora de los edificios

El presidente del Gobierno presentó ante el Congreso el plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía española. Pretende canalizar 72.000 millones de fondos europeos de los cuales, unos 5.800 millones, serán destinados a diferencias programas de rehabilitación y mejora de edificios, poniendo la vista en la eficiencia energética. Estas ayudas para los propietarios pueden ir del 35 al 100% de coste de la obra. ¿Quieres conocer cómo afectará a tu sector? Sigue leyendo...

Estas ayudas se plantean canalizarse en tres vertientes: el Plan de Rehabilitación Energética de Edificios, un programa del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana para poblaciones de menos de 5.000 habitantes y otro para municipios más grandes. Este último permitirá acometer obras en edificios o barrios enteros. Para animar a los propietarios a hacer obras, recibirá un mayor porcentaje de financiación aquellos proyectos en los que el gasto de la reforma tarde más en amortizarse con el ahorro de consumo en luz y gas. Este ahorro energético desde ser, al menos, de un 30% para liberar subvenciones. Este es el mínimo que establece Europa, pues ellos solo contemplan como rehabilitación energética profunda cuando esto supera el 60%. La rehabilitación no se refiere solamente a paneles solares, fachadas o ventanas, también a todas las reformas que puedan acometerse en materia de accesibilidad, como rampas y ascensores.

Las subvenciones para barrios enteros abarcan entre el 70 y el 100% de la financiación, siendo la máxima para determinadas zonas urbanas cuyos residentes tengan un perfil de exclusión social y que difícilmente podrían acometer este tipo de proyectos. El Ejecutivo prevé que las empresas constructoras se asocien y tramiten los proyectos en bloque, incluyendo la planificación, la obra y la gestión de las ayudas. Así, los vecinos solo pagarían la parte que les corresponde y no se encargarían de nada más y esto agilizaría su ejecución.

Esto supone que el 70% del grueso de la ayuda se destinará a viviendas. El 30% irá destinado a la mejora de edificios públicos, con un reparto igualitario entre Administración General del Estado, ayuntamientos y comunidades autónomas.