El pasado 14 de enero nos dejaba una de las figuras más importantes de la arquitectura española, el arquitecto Ricardo Bofill. Con 82 años, moría en su Barcelona natal dejándonos un legado importantísimo lleno de edificios que han sido reconocidos por todo el mundo. Realicemos un recorrrido por los 5 proyectos más interesantes de este arquitecto.
Es, sin duda, uno de los lugares más fotografiados en redes sociales; y es que los intsagramers están completamente enamorados de este edificio. Su estructura es tan impactante, que incluso dicen ha sido la inspiración de sries como El juego del calamar.
En cuanto al edificio en sí, podemos hablar de una configuración que evoca la estética constructivista, creando una serie de patios comunicados entre sí desde donde se accede a las viviendas.
La Muralla Roja es una referencia clarísima a la arquitectura mediterránea, pero también árabe, en particular a esas torres de adobre norteafricanas y a la casbah.
En Francia tenían mucha admiración por Ricardo Bofill. Muestra de ello es la gran cantidad de edificios y complejos que se pueden encontrar en ciudades como París. Les Espaces D´Abraxas es quizá el mejor ejemplo o el más monumental.
Se trata de una scobrecogedora escenografía que recordaba a la antigua Grecia y con la que intentaba inventar un nuevo lenguaje arquitectónico para el extrarradio de la ciudad.
Lleno de referencias clásicas en su monumental construcción, este complejo cuenta con tres edificios: Le Palacio, el más grande con 441 viviendas, Le Théâtre con 130 y L´Arc con tan sólo 20 viviendas.
Este bloque de apartamentos se construyó en la urbanización de La Manzanera, en Calpe, con el peñón de Ifach de fondo.
Destaca por seguir la línea de investigación de combinación de cubos. Un edificio que toma como referencia el castillo y que se desarrolla para obtener una configuración inspirada en el mismísimo Peñón de Ifach.
Cada unidad de vivienda está constituida por tres cubos: espacios de estar, dormir y servicios. Estos tres cubos se agrupan en torno a un eje vertical que les serive de apoyo: las escaleras.
Posiblemente uno de los proyectos más personales del arquitecto. En 1973, Bofill encontró una fábrica de cemento abandonada de principios del siglo y decidió hacerla su casa. El resultado es una espectacular vivienda que, además, también incluye espacios como La Catedral, un ala dedicada a exposiciones, conciertos y actos culturales.
Según el propio Bofill, era el lugar en el que vivía y trabajaba y era mejor que cualquier otro precisamente porque podía concentrarse y asociar ideas de manera abstracta. Tenía la impresión de vivir en un universo cerrado que lo protegía del mundo exterior.
El antiguo Santuario de Nuestra Señora de Meritxell, ese santuario en el que se custodia a la patrona de Andorra, sufrió un incendio devastador en 1972 que dejó sus cimientos realmente deteriorados. Fue precisamente Ricardo Bofill el que se encargó de la reconstrucción de este santuario unos años más tarde, creando un espacio contemporáneo que, no obstante, ha sabido mantener la esencia de la tradición arquitectónica.
Lo siento pero no me parece ni un buen ni un gran Arquitecto.