Estas últimas semanas nos estamos despertando del mal sueño de los últimos meses, reencontrándonos con amigos y familiares, y tratando de planificar como otros años la apertura de la temporada de piscina o vacaciones, pero no es igual, todo ha cambiado y nos tenemos que adaptar a esta nueva realidad que debemos afrontar. No se trata de volver a la normalidad, sino de nuestra resiliencia a la nueva situación, tanto en el plano personal como profesional, tanto individual como colectivo.
Si la meta, el destino como sociedad ya se pudo fijar con los Objetivos de Desarrollo Sostenible, es ahora el momento de diseñar estrategias para la recuperación económica en los próximos meses impulsando aquellas acciones que nos ayuden a recorrer el camino más rápido, eso sí, sin dejar a nadie atrás.
Un pilar fundamental para lograrlo, y así lo avala la Unión Europea y el gobierno español, es la rehabilitación y regeneración urbana, que se erige como tal por derecho propio y sin artificio, pues ya el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima, PNIEC (cuyo Estudio Ambiental Estratégico, EAE, se encuentra en información pública que ha finalizado el pasado 11 de junio), contemplaba acelerar el ritmo de crecimiento de la rehabilitación edificatoria de forma progresiva hasta alcanzar las 300.000 viviendas rehabilitadas/año en 2030:
La nueva situación requiere revisitar las estrategias definidas, y por ello el Gobierno ha indicado que va a retomar el Plan Nacional Rehabilitación de Viviendas para alcanzar las 120.000 viviendas rehabilitadas al año, precisando 2.000 millones de euros conformado por fondos nacionales y europeos.
Debemos analizar cómo se ha comportado en los últimos años el sector de la rehabilitación, para poder tener una visión clara del mismo. El año 2019 cerró con 31.110 viviendas (visados de ampliación y reforma) con un incremento medio anual de un 6% considerando los últimos 5 años, lo que nos indica que a pesar de la Ley 3R (Ley 8/2013 de rehabilitación, regeneración y renovación urbanas) y planes de ayudas nacionales, autonómicos o locales no se ha logrado el ritmo deseado. Y si bien las noticias nos hablan del Fondo de Recuperación de la UE con foco en la rehabilitación y regeneración urbana, lo que es una estupenda noticia, debemos ser conscientes que el mayor riesgo y reto del sector se producirá en los próximos meses, desde hoy hasta que se materialicen dichos fondos. El objetivo de nuestro Gobierno supone multiplicar por cuatro el volumen de viviendas rehabilitadas y dada la complejidad de activar edificios en régimen de comunidad de propietarios, las intervenciones por vivienda deberán jugar un papel esencial.
El sector de la construcción todavía no se ha recuperado de la crisis de 2008, por lo que requiere acciones inmediatas a considerar por la Comisión de Reconstrucción Social y Económica para que la inercia de estos últimos años se mantenga por lo menos hasta el arranque efectivo del Plan Nacional de Rehabilitación o la llegada de los fondos europeos en otros planes estructurales.
Desde habitissimo, llevamos meses volcados en nuestros profesionales y empresas con la iniciativa “habitissimo Contigo”, ofreciéndoles información relevante gracias a las asociaciones y colegios profesionales que nos han ayudado; así como hemos unido esfuerzos con el Observatorio 2030 del CSCAE y Saint-Gobain (Isover y Placo) en el proyecto “Construyendo en Digital”, iniciativa abierta para todas aquellas entidades que quieran ayudar al sector aportando sus vídeos, formación o documentación.
La actividad y el empleo lo genera el tejido empresarial, por lo que se deberá poner el foco en ellos en los próximos meses. Sin las empresas y autónomos que conforman este sector tan atomizado será muy difícil no sólo recuperar a buen ritmo la economía, sino llegar a alcanzar los objetivos de 120.000 viviendas rehabilitadas al año.
Isabel Alonso de Armas
Ingeniera de caminos, canales y puertos
Directora de Alianzas Estratégicas habitissimo
